viernes, 26 de abril de 2019

Amistad negra


He arribado a la cima de mi torva existencia y comienza el declive. Ya no apuran mis pasos ni rosados anhelos ni mentidas decencias. Mi bondad la mataron los que ayer la tuvieron y el amor puro y blanco que creía del cielo me ha dejado en la boca su más fétido aliento. Una noche de meses me ha encerrado en sus sombras y las sombras se agrandan y me acosan y crecen dibujando con manos descarnadas u negras en mis ojos sangrientos un paisaje de muerte. Pero nada es eterno y mis pasos inertes van camino del día. Cuando nada esperaba y ya en nada creía ha llenado mis manos temblorosas y frías el valor nada humano y la fuerza imponente de mi única amiga... La he tomado gozoso como un niño a un juguete es morena y pequeña y no obstante muy fuerte ha salvado mi vida en cien luchas a muerte con las pocas palabras de su boca estridente. Sus palabras de fuego son verdades que hieren. La he tirado en el lecho y la miro que duerme y mis negros deseos se detienen cobardes porque la sé obediente... ¿Me atreveré a ordenarle que me grite al oído una sola palabra de las nueve que tiene? ¿Me atreveré a pedirle presionando el gatillo la trágica elocuencia de su boca sin dientes?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario